Detrás de la aparente sencillez del cesto de tesoros, se esconde una enorme riqueza para el desarrollo intelectual y sensorial del niño, un elemento de juego que conjuga descubrimiento, concentración, toma de decisiones, atención, curiosidad y conocimiento del ambiente que le rodea. El alimento perfecto para el cerebro del bebé.
Un buen juguete es aquél que además de permitir desarrollar una habilidad, invita al niño a entrenar sus sentidos. Esta afirmación, acuñada por el filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804), refuerza la opinión de que la caja de luz es probablemente una de las mejores herramientas de juego que existen en la actualidad en el mercado.