¿Recuerdas haber asistido a clase y aburrirte en mitad de la lección? ¿O pasarte toda la hora haciendo dibujitos? Yo recuerdo enviarle notitas a mis amigas Paloma y Berta, y cuanto más hacían por separarnos (creo que llegamos a estar una en cada extremo del aula) más maneras de comunicarnos sin que los profes se enterasen ideábamos. Lo hacíamos en asignaturas como lengua, matemáticas, o inglés, aún con Don Martín, que nos tiraba de las orejas si no acertábamos las conjugaciones. Me sigo estremeciendo cuando recuerdo las lágrimas y rabia contenida de mi compañero Adrián cada vez que Don Martín se le acercaba...
Las clases de Historia con Chema, sin embargo, eran una auténtica gozada. La expresión corporal era uno de sus principales recursos para captar nuestra atención; además, nos invitaba a cerrar los ojos y meternos en su máquina del tiempo antes de comenzar cada tema. Describía los atuendos de entonces, costumbres, paisajes... Era una auténtica inmersión y sentíamos de verdad estar viviendo ese periodo histórico ¡Qué diferencia!
Cada día estoy más convencida de que el juego es y será, sin lugar a dudas, el principal canal para el aprendizaje, el crecimiento y el conocimiento, y estos días de aislamiento están reforzando esta creencia. Lo que a simple vista parece un juguete, como por ejemplo el Centro de Investigación Espacial de Jugaia -el material del que hoy me gustaría hablaros- invita a nuestros pequeños a conversar, realizar experimentos, organizar viajes de expedición a nuevos mundos.... ¡Es toda una experiencia de juego y aprendizaje!
¡Despegamos! El centro de investigación espacial es un súper cohete de cuatro pisos, con ascensor, y más de 30 piezas para idear todo tipo de misiones. Placas solares para trabajar en la obtención de energía, un astronauta que se encargará de coordinar las diferentes expediciones, un robot cuya misión es la de explorar los terrenos tras cada aterrizaje... En nuestra nave espacial contamos con avituallamiento para viajar a la Luna o Marte, botiquines para atender cualquier imprevisto, diferentes herramientas de medición, un carrito para toma de muestras y poder estudiar si hay vida en otros planetas... ¡Y hasta un marciano con el que aprender nuevas maneras de comunicarnos!
Fabricado en madera, el centro de investigación espacial de Jugaia permite compartir escenario de juego para dos y tres niños por sus dimensiones, y diferentes materiales y elementos para cada expedición. Con la casa de muñecas, y el gran arca también de madera, nos están regalando muchísimas horas de juego y aventuras estas semanas.
Todos son materiales y juguetes recomendados a partir de los tres añitos, porque tienen piezas pequeñas, a partir de los cuales podemos entablar conversaciones realmente enriquecedoras con nuestros pequeños y pequeñas. Al tiempo que se trabaja el desarrollo del lenguaje, el enriquecimiento del vocabulario e incrementan las modalidades expresivas, trabajamos en aspectos tan importantes y necesarios como son el desarrollo de la independencia, y la autoestima.
¿Cuál está siendo vuestro juguete favorito estos días? Sabéis que además de nuestras acciones formativas de introducción a la pedagogía Montessori, Educar para la Paz, y nuestros cursos de historia y arte, tenemos el servicio de asesoramiento de materiales y juguetes personalizado atendiendo a la etapa evolutiva de vuestros pequeños, todos en nuestra sección casa de los niños de earlychildfood.com ¡Muchísimas gracias por leernos familia y hasta el próximo post!
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